Pretende ser un baúl donde guardar escritos, lecturas que me han gustado, filosofías de vida y cotilleos varios.

ALGO DE LITERATURA Y ALGUNA OPINIÓN TAL VEZ DISCORDANTE


"Un libro abierto es un cerebro que habla ; cerrado un amigo que espera ; olvidado un alma que perdona ; destruído un corazón que llora."


"Sólo la belleza permanecerá y salvará al mundo."


"El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha del pensamiento, y manantial del amor."

jueves, 17 de enero de 2013

CARTA DE MADRE A HIJA


Me enviaron esta carta hace unos días y como creo que dice grandes verdades y me siento bastante identificada no puedo por menos que incluirla y compartirla en este rincón de lectura y expresión. Así alguna vez cuando pase el tiempo podré volver a leerla. Gracias.



Carta de una madre a su hija:

Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido... por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme. Si cuando hablamos, repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste” solamente escúchame por favor. Y recordar los tiempos en que eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida. Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras cuando eras niña. Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada. Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente, vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida. El día que notes que me estoy volviendo vieja, por favor, ten paciencia conmigo y sobre todo trata de entenderme. Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante. Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que me escuches. Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos. Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor. Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré. Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi querida hija.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

Datos personales