HOMENAJE

A mi padre

Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.

¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.

Estos versos de Bécquer me servirán para empezar a escribirte estas líneas que te debo. Porque hoy mi alma está de luto. Porque quiero que sepas que fuiste y siempre serás, mi primer pensamiento, mi orgullo , mi admiración, y  mi ejemplo.

No pude estar presente cuando te llegó la muerte, ni despedirme de tí  en vida. Pero hoy quiero darte mi último beso en forma de palabras, porque lo que se amó con el alma no lo arranca ningún olvido. Y ser tu hija es y ha sido un gran privilegio.

Dicen que de  los referentes debemos sacar nuestros aprendizajes, y yo, por encima de todo, quiero y creo haber aprendido bien, porque tuve buen maestro. Incluso en estos momentos me gusta estar aprendiendo  cosas que desconocía sobre ti, especialmente de épocas anteriores a mi propia existencia, y que puedo saber por referencias y vivencias de otras personas contigo. Me conforta mucho. No sabía por ejemplo que tenías de mozo un caballo a quien pusiste de nombre Veragua. Me resulta un nombre muy curioso. Y ahora pienso que quizá… desconocíamos tantas cosas sobre ti…..!!!!!!

Solamente  te fuiste en cuerpo, pero quisiera decirte, que  tu presencia siempre estará a mi lado, cuidándome y protegiéndome,  como siempre lo hiciste.

Son días malos y no quiero hundirme en la tristeza de no verte. Dicen que la tristeza mata. Yo no sé exactamente si mata , pero estoy segura que al menos hace más corta la vida… y yo quiero vivir,  ser una persona adulta, que sólo siente nostalgia, que te necesita, porque siempre serás mi referente para ser buena persona…siempre sabio, siempre honesto, muchas veces callado. Tu amor y tus enseñanzas son mis motivos para seguir adelante pero es tan largo y solitario el camino sin ti…

Por eso siento que aún  necesito que me cuides, que me protejas y que me guíes. Así que no te alejes porque me pierdo sin tu consejo. Y yo quiero sentirte siempre cerca, quiero tenerte dentro, muy dentro de mi propio corazón y mi memoria,donde  vivirás eternamente. Y  jamás morirás porque nos quedan los recuerdos y buenos momentos que vivimos contigo.

¿Sabes?A veces salgo afuera y miro a las estrellas, porque sé, que junto a alguna de ellas, tú velarás  por nosotros y desde ahí nos sonreirás. Eres un ser grande PADRE.