Llevaba tiempo con ganas de leer este libro, y por fin he empezado. Se trata de una pequeña obra de la oscense Encarnación Ferré. Estoy empezando ahora pero puedo decir que ya me gusta. Las historias de una vida cualquiera, de un ser anónimo cualquiera, siempre que coincidan con vivencias o situaciones reales o parecidas enganchan.
Y cómo empezar con la narración de tu propia novela..... siempre es difícil. Por eso agradeces y copias la forma de comenzar de otras obras que conoces. Ahí va pues.
Érase una vez en un lugar no muy lejano pero no muy importante y en un tiempo menos lejano aún donde habitaba una familia normal compuesta por el matrimonio y sus cuatro hijos. De todos ellos esta historia se centra fundamentalmente en el hijo que ocupaba el segundo lugar, en nuestro caso hija. Su nombre era Guiomar, morena, regordeta, de lacios cabellos, y alma alegre y juguetona. Su vida hasta los trece años había sido la vida de una niña normal, que ayudaba en casa, iba al colegio y sobre todo jugaba en la calle con sus amigos.
Cuando tuvo que salir de allí para seguir sus estudios, su vida cambió. Ahora ya no existían los amigos de antes, ni la calle, ni su familia más cercana. Ahora aparecían otros compañeros, otros "amigos", incluso otro tipo de " familia".
Su vida no era ni mejor, ni peor, sencillamente era diferente. Empezaba un nuevo mundo para ella, una nueva existencia, y nuevas experiencias. Con el paso de los años llegó a pensar que a partir de ahí pareciese que se hubiera quedado sin raíces, o al menos que sus raíces empezaban de nuevo, o crecían en una dirección diferente. ¿Era eso verdad o sería sólo una percepción adquirida con los años?.
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