Vivo sin vivir en mí desde el momento que miento por él. No me gustan sus acciones, no estoy de acuerdo con las cosas que hace o ha hecho, y he callado por no tener conflictos, por ser una cobarde, o porque la historia no va conmigo. Aunque no es verdad. Su familia también lo ha sido mía, su historia también es la mía, o ha sido mía. Pero he aceptado todo callada, silenciosa. Ya no estoy dispuesta a ello. Ya me da igual, pero no puedo dar la razón a quien no la tiene. Ya no están los más importantes, ya no quiero seguir mintiendo más. No le entiendo, no quiero entenderle. Mi filosofía de vida no lo concibe. Hasta aquí hemos llegado. NO AGUANTO MÁS.
Mis elecciones serán mías, pretendo que lo sean. Y va a ser difícil, pero tengo que intentarlo por honestidad personal.
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