ABRIL 2015

Este mes han sido tres las lecturas realizadas , al menos hasta el día de hoy.
La primera una obra desconocida para el gran público, creo, a saber "Un momento de descanso" de Antonio Orejudo. Personalmente  me ha dejado indiferente. Quizá el tema tratado, el tono, no ha conseguido atraparme. Pasó sin pena ni gloria.

La segunda "Fahrenheit 451" de Ray Bradbury. Esta obra es otra historia. Al principio pensé que al ser un tema de ciencia-ficción quizá no iba a conectar con mis gustos literarios. Al principio me costó interesarme y avanzaba en la lectura un poco a ciegas. Concluida su lectura creí que tal vez necesitaba una segunda revisión y así fue como logré atrapar el alma de la historia.
Sin duda es una obra con un montón de simbolismos, y una fuerte crítica a periodos de la historia donde los libros han sido o bien prohibidos o bien maltratados, incluso quemados en algunas ocasiones. Podemos hablar de la censura en E.E.U.U., de la Alemania nazi y la quema de obras...etc. Incluso las alusiones finales a la guerra donde la población y la ciudad desaparecen son claras alusiones a la finalización de la segunda guerra mundial y el lanzamiento de las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki. Por tanto el trasfondo de la historia me parece muy interesante.
Además de otros tópicos muy sibilinamente expuestos : la Tv y el adiestramiento de una sociedad, contenidos basura que no permiten una reflexión serena, adormecimiento de conciencias..etc. La sociedad es ritmo frenético en todo momento, es aislamiento de seres humanos, es homogeneización de una forma de vida y de producción. El poder tiende a ser inamovible y a perpetuarse valiéndose de un grupo humano que les sirve de sabuesos.
La salvación son los hombres-libro. Ellos serán la sabiduría del futuro, ellos son la resistencia pagando por ello un alto precio : su vida al margen, aislados, vagando con su saber, hasta que lleguen esos tiempos mejores.

Y por último una joya literaria : Doctor Marigold de Charles Dickens. Pocas obras tan fáciles, tan cortas de leer y tan extraordinaria. Con una sensibilidad especial en el tratamiento de los personajes y sus sentimientos. Con un lenguaje sencillo, pero casi poético, de lento transcurrir, suave, descarnado en ciertos momentos y conmovedor en toda la obra.
La palabra como arma o modo de ganarse la vida, bien usada y provechosa en el caso del buhonero o vendedor ambulante, al igual que falsa y engañosa en la boca de los políticos, que son capaces de engañar para conseguir un puñado de votos a sus contemporáneos.
Un protagonista bueno, honrado, de gran calado moral, íntegro tras haber perdido a sus seres queridos. Sobre todo generoso, tal vez purgando su falta de actuación en su debido momento.
Un símil precioso al que recurre el autor acondicionando hasta  una biblioteca en su carromato y transformándolo todo él en su futuro hogar. Un pequeño gran libro muy pero que muy recomendable.